domingo, 18 de septiembre de 2011

Mi cuarto.. una breve descripción

Oscurido, luminoso, pequeño, grande, ordenado, desordenado, tranquilo, estresante… así se podría definir lo que puede llegar a ser mi cuarto. Soy el tipo de personas que puede adecuar un cuarto para que tome cualquier característica y mi cuarto es común y corriente. Lo primero que se puede encontrar cercano a la puerta es mi cama, que es sencilla y tiene una altura de 1,80 metros. La cama no suele estar tendida, pues el orden no es una de las cosas que me caracterice, de hecho, me encanta tener mi cama desordenada pues  tiende a volverse la excusa perfecta para dormir mi siesta diaria de al menos 3 horas. Así mismo, la cama se encuentra en una posición privilegiada pues  queda al frente de una ventana que mide alrededor de 3 metros de ancho por unos 3 metros de alto, es así, cuando el sol brilla en una tarde de verano, que  puedo sentir la grandeza de la naturaleza y puedo relajarme dejando de pensar en los problemas que me suelen rodear. Lo único malo es que he escuchado que dormir tantas horas puede reducir las horas que uno pueda dormir por la noche, por lo cual, la cama se ha convertido en una tentación que trato de evitar para lograr dormir con tranquilidad por la noche fría que suele arropar a mi cuarto.

Hablando un poco de la ventana que recubre mi cuarto, puedo decir dos cosas que me produce a la misma vez: libertad y encierro. Yo suelo estar en mi cuarto todos los días (sino es en el estudio) y miro a la ventana desde mi cama como una puerta a los cielos que nunca me siento a contemplar cuando estoy en la calle. Pero esta gran “puerta” está interrumpida por rejas que abarcan toda la vista panorámica pues fueron puestas antes de que yo naciera, ya que mi mamá creía que me podía caer si no se ponía una banda de seguridad. Lo paradójico de esta reja es que ya no me cuida, es más, es la que me hace retenerme y a veces contenerme ante el mundo que me espera. Esto no quiere decir que la vista se pierda del todo pero el no poder sentir el viento libremente de las tardes de agosto, las gotas de lluvia de abril o las brisas de calor como las que se han dado en septiembre de este año, me frustra y hace que la ventana se vuelva una vista privilegiada que se caracteriza por no hacerme sentir nada.

Al lado de la ventana está mi televisor, que es de marca Sony, es gris, grande, tiene una pantalla de alrededor 35 pulgadas y está ubicado encima de una mesa de televisión. Abajo del televisor, hay una repisa en la cual se encuentra el wii, en el cual suelo jugar tennis o bolos, las  veces que no llego cansado de la U (muy raras veces). El televisor de ha convertido en un elemento de decoración pues no es algo que yo acostumbré a ver pues me reúno con mis papás en el estudio para ver programas juntos. El  televisor no sería nada si no tuviera el dvd dentro de la mesa de televisión. Lo que me aporta este último “gagdet” es la posibilidad de escuchar música ya que me considero un melómano que no se cansa de tener unos audífonos cargados en sus orejas todo el día, por lo cual, escuchar música con 6 diferentes tipos de parlantes hace esta experiencia aún más exquisita. Más que cd`s, tengo una USB que conecto al DVD y que contiene, en su mayor parte, canciones pop de los años 90 de U.S.A e G.B que hablan sobre sentimientos confundidos y promesas de perdón. Sin embargo, tengo canciones de reggaetón y ritmos más tropicales como samba, bossa nova, vallenato y lambada, entre otros.

Para resumir lo que me gusta de mi cuarto puedo sumar : mi cama, la ventana y el dvd( la música). Cuando entro a mi cuarto, lo primero que hago es conectar el dvd, luego abro toda la ventana ( sin importar si está lloviendo o no) y me acuesto en mi cama. La canción del momento – que de hecho es retro- es Bizarre love triangle (everytime i see you falling) de New Order. Lo que hace el viento aumentado por la altura del quinto piso y acentuado con el hecho de que estoy relajado en mi cama es una sensación indescriptible : siento el aire por todo mi cuerpo que me eriza, siento le música entrando en mis oídos de una forma tranquila pero fuerte y los bajos de los parlantes del dvd hacen que mi cuerpo se estremezca cada vez que escucho el corillo de la canción , pues el poder de la guitarra junto con el poder de la letra me hacen llegar a un clímax : “ i´m waiting for that final moment u say the words i can´t say”.

Por otro lado, colgado de la pared está el espejo, el cual, se ha convertido en un elemento que más que mostrar mi parte física,  me ayuda  revelar o develar alguna pista de cómo va a ser mi día. El espejo está ubicado sobre una mesa de noche en donde guardo algunos parciales de la universidad, también dejo algunos comics y están los cd´s que ya no escucho. Esta mesa de noche no tendría un significado especial para mí sino hubiera sido un regalo de mi abuelita, pues me dijo que ese era el primer regalo para mi casa propia. Volviendo al espejo, el cual no está hecho de ningún material en especial y que mide dos metros, creo que permite definir mi cara y ver cómo me siento: hay días en los que me veo muy pálido –quiere decir que va a ser un día triste- y hay otros días en los que me veo con más color, con mis ojos más brillantes, estos serían días  en los que me vaya bien.



Por último, lo que más me gusta de mi cuarto son  esas noches en donde lo único que alumbra son las luces de las lámparas ubicadas dentro del conjunto. Esa oscuridad de mi cuarto se da por ciertas características: la falta de bombillo que contribuye a que la luz del cuarto se vea difuminada y que lo único que alumbre sea la luz natural. Esta falta de luz me permite elevar un poco imaginación y elevar mi mirada hacia el techo – el cual es alto y mide alrededor unos 3 metros- y ver la grandeza de la oscuridad que se asemeja a un agujero negro que todo lo absorbe : mi atención, mis pensamientos, mi imaginación, mis sentimientos. Cuando miro esa oscuridad no me da miedo, es más, me dan ganas y coraje de hacer cosas que usualmente no haría. Y todo este coraje y valentía también depende del elementos sobre el cual gira mi vida :  i-touch. Todo el mundo lo compra por sus aplicaciones, por ver fb, por ver su correo o para chatear con mis amigos, pero para mí, escuchar música es lo que más me atrae de  este  aparato tecnológico. De hecho, el ipod me da tranquilidad, confianza, relajación, la posibilidad de viajar a otros mundos, la posibilidad de ver diferentes culturas, puedo escaparme de lo que me rodea.. es decir, lo mejor de mi cuarto es mi i-pod. Puedo decir con seguridad, que donde esté mi ipod, estaré feliz.

2 comentarios:

  1. ¿Oscurido? Calificar como “común y corriente” a lo que sea no dice nada. ¿La cama tiene 1.80 de altura? ¿Cómo se sube? Hay errores tontos por el afán al escribir, a todos nos pasa, pero cuidado con eso. Esto hace menos llamativo el texto: “Para resumir lo que me gusta de mi cuarto puedo sumar : mi cama, la ventana y el dvd( la música)”.

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  2. Haces un buen recuento de esos objetos, los conectas con tu vida, poría estar mejor organizado, hay que editar para sacarle provecho a lo bueno del texto y que no salte abruptamente hacia el final.

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